dimarts, 24 de juliol del 2012

El monstruo de las nimiedades

En mi última entrada escribí  "  lo menos que puedo hacer es comer lo que haya, porque encima que como gratis y de que me preparan la comida, es lo menos que puedo hacer"

Tengo muchisimas manías con la comida, y parece ser que de cada vez más, como si fuera un niña de 5 años. Cunado era pequeña era como un cerdo, un omnívoro, me lo comía todo. Ahora selecciono mejor lo que me voy a llevar a la boca. Hoy a mediodía mi madre me preparó un muslito de pollo con una zanahoria. Me encanta el pollo y la zanahoria porque los dos sabores se juntan y creedme, es delicioso, especialmente si está hecho al horno. La cuestión está en que a pesar de que mi madre me prepara la comida adaptándola a mis "preferencias gastronómicas" me quejé porque el muslito de pollo estaba algo "rojo" por dentro y porque me sabía "a sangre". Le dije a mi madre que le había quedado algo crudo y entonces mi padre saltó y me dijo lo desagradecida y señorita que soy. Tiene razón. Siempre me fijo en nimiedades, en cualquier pequeño defecto en lugar de lo bueno.
Cuando me voy a dormir, a la mañana siguiente se despierta otra chica en mi cuerpo: una especie de monstruo con varios nombres: apatía, desilusión y cansancio. Los días que no hago footing o que hago poco ejercicio me cuesta mucho dormir y cuando lo consigo, da igual las horas que duerma, al día siguiente me levanto sin fuerzas y a veces nerviosa y triste. Como bien, tanto por la parte nutricional como por las cantidades, y tomo bastantes hidratos y algo de azúcar y cafeína, así que supongo que ese descontento es más cosa del "alma" o de mi psique. Es algo con lo que lucho cada día: me obligo a sacar fuerzas para estudiar, hacer ejercicio, ayudar a veces a mi madre, llevarme bien con mis padres, quedar con mis amigos, etc.  El monstruo se va calmando poco a poco y a medida que van pasando las horas y se acerca la tarde vuelvo a ser yo. Entonces pienso en las cosas en las que hace el monstruo, especialmente si tiene hambre y me siento mal por esa actitud.

 Esa no quiero ser yo.


2 comentaris:

  1. Creo que en nosotras mismas habitan muchas personalidades. A mi me pasa lo mismo: mi mamá siempre cocina lo que quiero, o, sino, algo diferente solo para mi, todo para verme comer. Y aún así encuentro un motivo para quejarme. No lo hago a propósito y vos tampoco. Es que algo vive en nosotras que nos pone apáticas, que nos predispone a que todo nos sepa mal. No es deliberado, es que hay algo más que tenemos que resolver.
    Yo tampoco quiero ser esa, pero, de que otra manera se vive? Yo ya no recuerdo.

    ResponElimina
  2. Todos tenemos una pequeňa fiera. Unos la calman cn el deporte, comida, musica, tabaco... Otros no saben controlarla nunca. Creo q respirar y pensarlo.bien tdo ayuda. Pero no t machaques xq todos tds aveces hacemos un mundo de una nimiedad

    ResponElimina